31/12/11

Año nuevo: reflexiones en el face


En el face encontré varios textos interesantes que comparto con ustedes:











  Feliz año 2012!

11/12/11

Nombres de los ministros del segundo gabinete de Ollanta Humala


Presidente del Consejo de Ministros: Oscar Valdés
Ministros:
Agricultura: Luis Ginocchio
Justicia: Juan Jiménez
De la Mujer:Ana Jara
Del Interior: Daniel Lozada
Defensa: Alberto Otárola
Cultura: Luis Peirano
Trabajo: Luis Villena
Producción: José Urquizo
Energía y Minas: Jorge Humberto Merino
Ambiente:Manuel Pulgar Vidal.
Relaciones Exteriores: Rafael Roncagliolo
Economía y Finanzas: Luis Castilla
Comercio Exterior: José Silva Martinot
Salud: Alberto Tejada
Educación: Patricia Salas
Transportes y Comunicaciones: Carlos Paredes
Desarrollo e Inclusión Social: Carolina Trivelli
Vivienda: René Cornejo


ANALISIS DE LA SALIDA DE SALOMON LERNER Y EL INGRESO DE OSCAR VALDES A LA PCM

Hoy los analistas políticos de los principales diarios del Perú interpretan, en sus respectivas columnas de opinión, la salida de Salomón Lerner de la presidencia del Consejo de Ministros y el ingreso, en ese importante cargo, de Oscar Valdés, un militar en retiro.



Las minas del rey Salomón

Por: Augusto Álvarez Rodrich
(La República)
Crónica de una muerte anunciada (del gabinete)
Los gobiernos que, por las circunstancias en que ganan la elección, arrancan con improvisación, deben recomponer, poco tiempo después, su elenco inicial con el fin de lograr cohesión y coherencia en su desempeño. Eso es lo que ha tenido que hacer Ollanta Humala a los 136 días de iniciada su presidencia.
La crisis de Minas Conga fue el factor que convenció a todos de que la orquesta gubernamental sonaba muy desafinada y de que, por tanto, se requerían cambios. Entonces fue evidente que en el gobierno coexistían visiones muy distintas, lo cual elevaba el costo del proceso de decisiones.
Fue claro que el presidente Humala ya había tomado una decisión importante con respecto a temas vinculados a la inversión privada y, en general, al manejo económico que no eran compartidas por algunos ministros y asesores de Palacio.  
Entonces, tanto el presidente Humala como la primera dama, Nadine Heredia, dieron señales de que se debían realizar los cambios, una decisión sobre la cual había consenso, dentro y fuera del gobierno, de que no debía pasar de fin de año.
Pues el Presidente habría dicho ‘al mal paso, dale prisa’, canceló su viaje a Argentina para la transmisión de mando, y aceleró el relevo para ayer.
La pregunta relevante, sin embargo, es por qué el sacudón incluyó al premier. La respuesta que me dio ayer una fuente cercana a Palacio, que me parece creíble, es que varios ministros y asesores que debían dejar el gobierno con el fin de que este gane coherencia alrededor de los planteamientos decididos por el presidente Humala, habían sido traídos por Salomón Lerner, quien entendió que su apartamiento facilitaría la poda en marcha, la cual será significativa.
La misma fuente que consulté descartó que la salida de Lerner sea señal de que el gobierno profundizará una ‘mano dura’ que había empezado con el estado de emergencia en Cajamarca y la detención irregular del dirigente Wilfredo Saavedra. Veremos, pues, pero no hay que dejar de estar atentos y alertas a este riesgo.
Así, por ello, el hasta ayer ministro del Interior Óscar Valdés será hoy el nuevo premier, y le dejara su cargo al hasta hoy viceministro Luis Alberto Otárola. El ministro de Economía, Miguel Castilla, seguirá en el cargo, lo cual es una señal de que el cambio de gabinete no implicará –como algunos especulaban– una vuelta al plan estatista de ‘La Gran Transformación’.
Lerner, por su parte, tras una partida del gobierno que no ha implicado un distanciamiento personal del presidente Humala, seguirá siendo un buen amigo del régimen y, por lo pronto, esta tarde, podrá ir a su palco en Matute con menos responsabilidades y la única preocupación de ver campeonar al Alianza Lima, expectativa que, sin duda, yo comparto.

Otra vez los militares

Por: Fernando Rospigliosi

(La República)

Un presidente militar, un premier militar, un asesor militar con poderes que van mucho más allá de los que tiene un simple consejero, varios militares en cargos claves.

¿Sorpresa? ¿Qué dicen ahora los que apoyaron a Ollanta Humala con el argumento de evitar la militarización y fortalecer la democracia y los derechos humanos?
Ahora los “guardianes socráticos (¿?) de la República” podrán aplicar su verdadero plan, que los peruanos todavía no conocemos.
El sino
Se cumple el extraño sino que persigue al Perú desde mediados del siglo pasado, cuando se esperaba que, a tono con lo que ocurría en el mundo, se consolidara la democracia. Sin embargo, hemos tenido militares en el gobierno, de diversas formas, aproximadamente cada década.
Manuel Odría se hizo del poder durante ocho años, hasta 1956; Ricardo Pérez Godoy y Nicolás Lindley interrumpieron la democracia en 1962; desde 1968 se instalaron Juan Velasco y Francisco Morales Bermúdez, hasta 1980; regresaron en 1990 con Vladimiro Montesinos y Nicolás Hermoza Ríos. Y ahora los tenemos de regreso con Humala, Oscar Valdés y Adrián Villafuerte.
El papel de Siomi
La renuncia del premier Salomón Lerner profundiza la crisis del gobierno abierta hace algunas semanas y ahonda la incertidumbre que ha rondado desde la elección de Ollanta Humala.  Como se dijo en esta columna:
“Salomón Lerner Ghitis jugó un rol determinante en el triunfo de Ollanta Humala al imprimirle a su campaña un sesgo de moderación. Ahora está jugando un papel fundamental conduciendo al gobierno. (…)”.
“Sin embargo, este gobierno se parece en muchas cosas al de Alberto Fujimori. Hay una división de áreas de influencia, que son manejadas con relativa autonomía (…)”.
“En síntesis, Lerner juega un papel decisivo en la moderación y el pragmatismo del gobierno en ciertas áreas. El asunto es que tiene enemigos dentro y fuera del régimen. Si logran apartarlo, cualquier cosa puede ocurrir porque este gobierno –como los anteriores– carece de institucionalidad”. (“El papel de Lerner”, 28.8.11).
  
El detonante
Los conflictos sociales hicieron estallar la crisis en el gobierno. La ilusión que se podía hacer una campaña izquierdista, alentando los reclamos y las protestas, y luego dar un giro a la derecha sin grandes conmociones, era una quimera.
Como se señaló aquí:
“Engañar a los votantes es la norma, no la excepción en el Perú. Pero hay grados. Humala está sobrepasando los límites, superando incluso a Alberto Fujimori que en 1990 triunfó con una postura de centro izquierda e hizo un gobierno de derecha”.
“Humala era mucho más radical que Fujimori en campaña, a pesar de los cambios de último momento. Creó expectativas desmesuradas, generó ilusiones exageradas. Y ahora va a defraudarlas (…)”.
“El próximo gobierno tendrá que enfrentar muy pronto movilizaciones y desórdenes sociales. ¿Cómo los enfrentará? ¿Con más promesas? ¿Cederá a todos los reclamos? ¿Reprimirá a sus votantes? ¿Impondrá la ley y el orden o permitirá el desorden y el caos?”
“Es muy fácil en la oposición alentar las manifestaciones y los bloqueos de carreteras, y apelar a la palabra mágica, ‘diálogo’. En la práctica, es muy difícil resolver los conflictos y contentar a todos.”
“Hasta ahora el equipo de Humala no parece tener ni las ideas ni las habilidades necesarias para ello.” (“¿Contentar a todos?”, 24.7.11).
Descolocados
Buena parte de los que apoyaron entusiastamente a Ollanta Humala están desconcertados. Hace poco, Alejandro Toledo dijo que retiraría su apoyo al gobierno, se pondría la vincha y saldría nuevamente a las calles si percibía una “militarización”. ¿Ahora qué hará?
Los izquierdistas que respaldaron a Alberto Fujimori en 1990 se embarcaron incondicionalmente con Humala el 2011.
Obtuvieron puestos significativos en el gobierno y se han aferrado a ellos a pesar del evidente giro de Humala. Ahora, si es que no los echan en esta crisis tendrán que cargar con la deshonra de pertenecer a un régimen que niega todo lo que ellos defendieron en el pasado.  Hasta que terminen de expulsarlos.
Las organizaciones de derechos humanos que se han partidarizado hasta extremos asombrosos, escondiendo sus antiguas denuncias y tolerando actos que jamás hubieran dejado pasar a otros gobiernos, tendrán que revaluar su comportamiento.
Finalmente, el fantasma de Lucio Gutiérrez seguirá rondando el Perú, salvo que Humala decida un rumbo claro y establezca las alianzas que le permitan sostenerse.

Buscando dónde aterrizar

Por: Fritz Du Bois, La opinión del director                                                                                              

 (Perú 21)                                                                                                                                      

Cuando se pregunten en el futuro ¿en qué momento se definió el gobierno de Humala?, es poco probable que se encuentre un punto de quiebre más decisivo que lo ocurrido en la última semana.La intempestiva salida de Salomón Lerner no es tan sorprendente si consideramos que debe de haberse sentido marginado por el grupo ‘militar’ y hasta ’pintado’ en las últimas decisiones –estado de emergencia, arresto de Saavedra, retiro del voto a los soldados– que tomó el presidente. “Si no me hacen caso, para qué quiero el cargo”, habrá pensado. En todo caso, ha demostrado voluntad de renuncia, lo cual en nuestro medio es bien raro.                                                                           

 En realidad, el terremoto generado por Conga ha sacado a la superficie las grietas que habían en el Gobierno y llevará al alejamiento del ala más radical, lo cual empezó con la salida de Tapia y el rompimiento con Santos en Cajamarca, que antes andaba dando vueltas en la periferia de la coalición gubernamental.                                                                                                                               

 Al final de esta crisis ministerial se irán 5 o 6 ministros entre radicales e incapaces y posiblemente se alejen algunos parlamentarios. Para ser el primer gobierno elegido de una izquierda que siempre se ha fraccionado, la sorpresa capaz sea que las primeras salidas se hayan demorado.                                  Por otro lado, no creemos que este remezón lleve a un viraje total de Humala. Lo que debería consolidar es a un gobierno de izquierda moderada que ya no tendrá sitio en sus filas para un Saavedra o un Huaynalaya como estos hubieran pensado leyendo La Gran Transformación; pero que todavía va a querer encontrar la solución fortaleciendo al estado y no con mecanismos de mercado. Los gritos acusando al gobierno de haberse ‘derechizado’ suenan a disco rayado.Asimismo, Humala está descubriendo que en el poder lo que cuenta son ministros que sean leales y que le den resultados. De poco le sirven los ineptos, así como aquellos que públicamente cuestionan las decisiones que se han adoptado. Existe un principio de responsabilidad colectiva en un gabinete, si uno no está de acuerdo con algo renuncia y entonces sí tiene derecho a criticarlo. Es poco consecuente el hacerlo mientras se mantiene entornillado al cargo.                                           

Finalmente, de la composición del nuevo gabinete, que debería de tener un perfil más tecnócrata y menos politizado, se podrá ver con un poco de más claridad en dónde terminarán aterrizando. Esperamos que sea en un terreno plano, priorizando el crecimiento y el manejo eficiente de los programas sociales, para beneficio de la mayoría de los peruanos.




10/12/11

Carta de renuncia de Salomón Lerner Ghitis a la Presidencia del Consejo de Ministros

El ex primer ministro Salomón Lerner Ghitis  presentó hoy su renuncia al cargo, mediante una carta dirijida al  presidente Ollanta Humala. En la misiva,  Lerner asegura que con su “renuncia irrevocable” deja al presidente “en total libertad” para “el inicio de una nueva etapa de trabajo gubernamental”.


Texto de la carta de Salomón Lerner:
Apreciado señor Presidente:
Me dirijo a usted con el propósito de saludarlo y al mismo tiempo agradecerle la confianza brindada al designarme como presidente del Consejo de ministros, cargo que he desempeñado desde el 28 de julio de 2011.
Conforme lo hemos conversado personalmente, considero que el Gobierno ha desarrollado acciones que han implicado el cumplimiento de una primera etapa, caracterizada por la generación de confianza a los agentes económicos, sectores productivos y la sociedad en general. En esta etapa se han reafirmado los ejes de la administración de su gobierno, referidos al crecimiento con inclusión social en democracia, igualdad de derechos y oportunidades para todos, concertación económica y social en el ámbito nacional, regional y local y el reencuentro histórico con el Perú rural, los que fueron ampliamente desarrollados en los Lineamientos de Política expuestos ante el Congreso de la República el 25 de agosto de 2011 y que constituye el norte de la acción gubernamental de cambio en democracia.
En estos cinco meses de gestión, hemos trabajado arduamente impulsando acciones vinculadas a las diez políticas públicas contenidas en los mencionados lineamientos de política, y que resumen, señor Presidente, el consenso ciudadano por el que han votado los peruanos y que tienen como propósito el desarrollo de nuestro Perú con el que usted está tan comprometido, tal como día a día lo comprobamos quienes trabajamos con usted y como lo percibe la propia ciudadanía.
En este marco, nuestra línea directiva ha sido el diálogo y la búsqueda de consenso evitando la confrontación entre peruanos y que reafirma nuestra vida y vocación democrática.
Tal como se lo he expuesto, el inicio de una nueva etapa de trabajo gubernamental requiere de ajustes en la conducción general del gobierno, así como de la estrategia de la acción gubernamental y de la ejecución de una agenda que responda a los lineamientos programáticos del gobierno.
Con el único propósito de que usted quede en total libertad para realizar los ajustes mencionados, presento a usted mi renuncia irrevocable al cargo del Presidente del Consejo de Ministros.
Con el respeto y aprecio de siempre, reitero a usted mi agradecimiento por la oportunidad de haber servido a mi país desde el cargo de presidente del Consejo de Ministros que tuvo usted a bien conferirme.
Atentamente,
Salomón Lerner Ghitis.