31/12/11

Año nuevo: reflexiones en el face


En el face encontré varios textos interesantes que comparto con ustedes:











  Feliz año 2012!

11/12/11

Nombres de los ministros del segundo gabinete de Ollanta Humala


Presidente del Consejo de Ministros: Oscar Valdés
Ministros:
Agricultura: Luis Ginocchio
Justicia: Juan Jiménez
De la Mujer:Ana Jara
Del Interior: Daniel Lozada
Defensa: Alberto Otárola
Cultura: Luis Peirano
Trabajo: Luis Villena
Producción: José Urquizo
Energía y Minas: Jorge Humberto Merino
Ambiente:Manuel Pulgar Vidal.
Relaciones Exteriores: Rafael Roncagliolo
Economía y Finanzas: Luis Castilla
Comercio Exterior: José Silva Martinot
Salud: Alberto Tejada
Educación: Patricia Salas
Transportes y Comunicaciones: Carlos Paredes
Desarrollo e Inclusión Social: Carolina Trivelli
Vivienda: René Cornejo


ANALISIS DE LA SALIDA DE SALOMON LERNER Y EL INGRESO DE OSCAR VALDES A LA PCM

Hoy los analistas políticos de los principales diarios del Perú interpretan, en sus respectivas columnas de opinión, la salida de Salomón Lerner de la presidencia del Consejo de Ministros y el ingreso, en ese importante cargo, de Oscar Valdés, un militar en retiro.



Las minas del rey Salomón

Por: Augusto Álvarez Rodrich
(La República)
Crónica de una muerte anunciada (del gabinete)
Los gobiernos que, por las circunstancias en que ganan la elección, arrancan con improvisación, deben recomponer, poco tiempo después, su elenco inicial con el fin de lograr cohesión y coherencia en su desempeño. Eso es lo que ha tenido que hacer Ollanta Humala a los 136 días de iniciada su presidencia.
La crisis de Minas Conga fue el factor que convenció a todos de que la orquesta gubernamental sonaba muy desafinada y de que, por tanto, se requerían cambios. Entonces fue evidente que en el gobierno coexistían visiones muy distintas, lo cual elevaba el costo del proceso de decisiones.
Fue claro que el presidente Humala ya había tomado una decisión importante con respecto a temas vinculados a la inversión privada y, en general, al manejo económico que no eran compartidas por algunos ministros y asesores de Palacio.  
Entonces, tanto el presidente Humala como la primera dama, Nadine Heredia, dieron señales de que se debían realizar los cambios, una decisión sobre la cual había consenso, dentro y fuera del gobierno, de que no debía pasar de fin de año.
Pues el Presidente habría dicho ‘al mal paso, dale prisa’, canceló su viaje a Argentina para la transmisión de mando, y aceleró el relevo para ayer.
La pregunta relevante, sin embargo, es por qué el sacudón incluyó al premier. La respuesta que me dio ayer una fuente cercana a Palacio, que me parece creíble, es que varios ministros y asesores que debían dejar el gobierno con el fin de que este gane coherencia alrededor de los planteamientos decididos por el presidente Humala, habían sido traídos por Salomón Lerner, quien entendió que su apartamiento facilitaría la poda en marcha, la cual será significativa.
La misma fuente que consulté descartó que la salida de Lerner sea señal de que el gobierno profundizará una ‘mano dura’ que había empezado con el estado de emergencia en Cajamarca y la detención irregular del dirigente Wilfredo Saavedra. Veremos, pues, pero no hay que dejar de estar atentos y alertas a este riesgo.
Así, por ello, el hasta ayer ministro del Interior Óscar Valdés será hoy el nuevo premier, y le dejara su cargo al hasta hoy viceministro Luis Alberto Otárola. El ministro de Economía, Miguel Castilla, seguirá en el cargo, lo cual es una señal de que el cambio de gabinete no implicará –como algunos especulaban– una vuelta al plan estatista de ‘La Gran Transformación’.
Lerner, por su parte, tras una partida del gobierno que no ha implicado un distanciamiento personal del presidente Humala, seguirá siendo un buen amigo del régimen y, por lo pronto, esta tarde, podrá ir a su palco en Matute con menos responsabilidades y la única preocupación de ver campeonar al Alianza Lima, expectativa que, sin duda, yo comparto.

Otra vez los militares

Por: Fernando Rospigliosi

(La República)

Un presidente militar, un premier militar, un asesor militar con poderes que van mucho más allá de los que tiene un simple consejero, varios militares en cargos claves.

¿Sorpresa? ¿Qué dicen ahora los que apoyaron a Ollanta Humala con el argumento de evitar la militarización y fortalecer la democracia y los derechos humanos?
Ahora los “guardianes socráticos (¿?) de la República” podrán aplicar su verdadero plan, que los peruanos todavía no conocemos.
El sino
Se cumple el extraño sino que persigue al Perú desde mediados del siglo pasado, cuando se esperaba que, a tono con lo que ocurría en el mundo, se consolidara la democracia. Sin embargo, hemos tenido militares en el gobierno, de diversas formas, aproximadamente cada década.
Manuel Odría se hizo del poder durante ocho años, hasta 1956; Ricardo Pérez Godoy y Nicolás Lindley interrumpieron la democracia en 1962; desde 1968 se instalaron Juan Velasco y Francisco Morales Bermúdez, hasta 1980; regresaron en 1990 con Vladimiro Montesinos y Nicolás Hermoza Ríos. Y ahora los tenemos de regreso con Humala, Oscar Valdés y Adrián Villafuerte.
El papel de Siomi
La renuncia del premier Salomón Lerner profundiza la crisis del gobierno abierta hace algunas semanas y ahonda la incertidumbre que ha rondado desde la elección de Ollanta Humala.  Como se dijo en esta columna:
“Salomón Lerner Ghitis jugó un rol determinante en el triunfo de Ollanta Humala al imprimirle a su campaña un sesgo de moderación. Ahora está jugando un papel fundamental conduciendo al gobierno. (…)”.
“Sin embargo, este gobierno se parece en muchas cosas al de Alberto Fujimori. Hay una división de áreas de influencia, que son manejadas con relativa autonomía (…)”.
“En síntesis, Lerner juega un papel decisivo en la moderación y el pragmatismo del gobierno en ciertas áreas. El asunto es que tiene enemigos dentro y fuera del régimen. Si logran apartarlo, cualquier cosa puede ocurrir porque este gobierno –como los anteriores– carece de institucionalidad”. (“El papel de Lerner”, 28.8.11).
  
El detonante
Los conflictos sociales hicieron estallar la crisis en el gobierno. La ilusión que se podía hacer una campaña izquierdista, alentando los reclamos y las protestas, y luego dar un giro a la derecha sin grandes conmociones, era una quimera.
Como se señaló aquí:
“Engañar a los votantes es la norma, no la excepción en el Perú. Pero hay grados. Humala está sobrepasando los límites, superando incluso a Alberto Fujimori que en 1990 triunfó con una postura de centro izquierda e hizo un gobierno de derecha”.
“Humala era mucho más radical que Fujimori en campaña, a pesar de los cambios de último momento. Creó expectativas desmesuradas, generó ilusiones exageradas. Y ahora va a defraudarlas (…)”.
“El próximo gobierno tendrá que enfrentar muy pronto movilizaciones y desórdenes sociales. ¿Cómo los enfrentará? ¿Con más promesas? ¿Cederá a todos los reclamos? ¿Reprimirá a sus votantes? ¿Impondrá la ley y el orden o permitirá el desorden y el caos?”
“Es muy fácil en la oposición alentar las manifestaciones y los bloqueos de carreteras, y apelar a la palabra mágica, ‘diálogo’. En la práctica, es muy difícil resolver los conflictos y contentar a todos.”
“Hasta ahora el equipo de Humala no parece tener ni las ideas ni las habilidades necesarias para ello.” (“¿Contentar a todos?”, 24.7.11).
Descolocados
Buena parte de los que apoyaron entusiastamente a Ollanta Humala están desconcertados. Hace poco, Alejandro Toledo dijo que retiraría su apoyo al gobierno, se pondría la vincha y saldría nuevamente a las calles si percibía una “militarización”. ¿Ahora qué hará?
Los izquierdistas que respaldaron a Alberto Fujimori en 1990 se embarcaron incondicionalmente con Humala el 2011.
Obtuvieron puestos significativos en el gobierno y se han aferrado a ellos a pesar del evidente giro de Humala. Ahora, si es que no los echan en esta crisis tendrán que cargar con la deshonra de pertenecer a un régimen que niega todo lo que ellos defendieron en el pasado.  Hasta que terminen de expulsarlos.
Las organizaciones de derechos humanos que se han partidarizado hasta extremos asombrosos, escondiendo sus antiguas denuncias y tolerando actos que jamás hubieran dejado pasar a otros gobiernos, tendrán que revaluar su comportamiento.
Finalmente, el fantasma de Lucio Gutiérrez seguirá rondando el Perú, salvo que Humala decida un rumbo claro y establezca las alianzas que le permitan sostenerse.

Buscando dónde aterrizar

Por: Fritz Du Bois, La opinión del director                                                                                              

 (Perú 21)                                                                                                                                      

Cuando se pregunten en el futuro ¿en qué momento se definió el gobierno de Humala?, es poco probable que se encuentre un punto de quiebre más decisivo que lo ocurrido en la última semana.La intempestiva salida de Salomón Lerner no es tan sorprendente si consideramos que debe de haberse sentido marginado por el grupo ‘militar’ y hasta ’pintado’ en las últimas decisiones –estado de emergencia, arresto de Saavedra, retiro del voto a los soldados– que tomó el presidente. “Si no me hacen caso, para qué quiero el cargo”, habrá pensado. En todo caso, ha demostrado voluntad de renuncia, lo cual en nuestro medio es bien raro.                                                                           

 En realidad, el terremoto generado por Conga ha sacado a la superficie las grietas que habían en el Gobierno y llevará al alejamiento del ala más radical, lo cual empezó con la salida de Tapia y el rompimiento con Santos en Cajamarca, que antes andaba dando vueltas en la periferia de la coalición gubernamental.                                                                                                                               

 Al final de esta crisis ministerial se irán 5 o 6 ministros entre radicales e incapaces y posiblemente se alejen algunos parlamentarios. Para ser el primer gobierno elegido de una izquierda que siempre se ha fraccionado, la sorpresa capaz sea que las primeras salidas se hayan demorado.                                  Por otro lado, no creemos que este remezón lleve a un viraje total de Humala. Lo que debería consolidar es a un gobierno de izquierda moderada que ya no tendrá sitio en sus filas para un Saavedra o un Huaynalaya como estos hubieran pensado leyendo La Gran Transformación; pero que todavía va a querer encontrar la solución fortaleciendo al estado y no con mecanismos de mercado. Los gritos acusando al gobierno de haberse ‘derechizado’ suenan a disco rayado.Asimismo, Humala está descubriendo que en el poder lo que cuenta son ministros que sean leales y que le den resultados. De poco le sirven los ineptos, así como aquellos que públicamente cuestionan las decisiones que se han adoptado. Existe un principio de responsabilidad colectiva en un gabinete, si uno no está de acuerdo con algo renuncia y entonces sí tiene derecho a criticarlo. Es poco consecuente el hacerlo mientras se mantiene entornillado al cargo.                                           

Finalmente, de la composición del nuevo gabinete, que debería de tener un perfil más tecnócrata y menos politizado, se podrá ver con un poco de más claridad en dónde terminarán aterrizando. Esperamos que sea en un terreno plano, priorizando el crecimiento y el manejo eficiente de los programas sociales, para beneficio de la mayoría de los peruanos.




10/12/11

Carta de renuncia de Salomón Lerner Ghitis a la Presidencia del Consejo de Ministros

El ex primer ministro Salomón Lerner Ghitis  presentó hoy su renuncia al cargo, mediante una carta dirijida al  presidente Ollanta Humala. En la misiva,  Lerner asegura que con su “renuncia irrevocable” deja al presidente “en total libertad” para “el inicio de una nueva etapa de trabajo gubernamental”.


Texto de la carta de Salomón Lerner:
Apreciado señor Presidente:
Me dirijo a usted con el propósito de saludarlo y al mismo tiempo agradecerle la confianza brindada al designarme como presidente del Consejo de ministros, cargo que he desempeñado desde el 28 de julio de 2011.
Conforme lo hemos conversado personalmente, considero que el Gobierno ha desarrollado acciones que han implicado el cumplimiento de una primera etapa, caracterizada por la generación de confianza a los agentes económicos, sectores productivos y la sociedad en general. En esta etapa se han reafirmado los ejes de la administración de su gobierno, referidos al crecimiento con inclusión social en democracia, igualdad de derechos y oportunidades para todos, concertación económica y social en el ámbito nacional, regional y local y el reencuentro histórico con el Perú rural, los que fueron ampliamente desarrollados en los Lineamientos de Política expuestos ante el Congreso de la República el 25 de agosto de 2011 y que constituye el norte de la acción gubernamental de cambio en democracia.
En estos cinco meses de gestión, hemos trabajado arduamente impulsando acciones vinculadas a las diez políticas públicas contenidas en los mencionados lineamientos de política, y que resumen, señor Presidente, el consenso ciudadano por el que han votado los peruanos y que tienen como propósito el desarrollo de nuestro Perú con el que usted está tan comprometido, tal como día a día lo comprobamos quienes trabajamos con usted y como lo percibe la propia ciudadanía.
En este marco, nuestra línea directiva ha sido el diálogo y la búsqueda de consenso evitando la confrontación entre peruanos y que reafirma nuestra vida y vocación democrática.
Tal como se lo he expuesto, el inicio de una nueva etapa de trabajo gubernamental requiere de ajustes en la conducción general del gobierno, así como de la estrategia de la acción gubernamental y de la ejecución de una agenda que responda a los lineamientos programáticos del gobierno.
Con el único propósito de que usted quede en total libertad para realizar los ajustes mencionados, presento a usted mi renuncia irrevocable al cargo del Presidente del Consejo de Ministros.
Con el respeto y aprecio de siempre, reitero a usted mi agradecimiento por la oportunidad de haber servido a mi país desde el cargo de presidente del Consejo de Ministros que tuvo usted a bien conferirme.
Atentamente,
Salomón Lerner Ghitis.

3/9/11

César Lévano y Natalia, testimonio de un gran amor

Conocí a la señora Natalia en radio Antena Uno, en 1992, siempre muy amable y sonriente al lado del profesor Lévano. Por aquella época yo producía el programa radial "Dialogo abierto" que conducían don César Lévano y Pedro Salinas. 

Tuve la oportunidad de hablar por teléfono muchas veces con la señora Natalia, ella tomaba nota de los invitados confirmados del programa y de los temas a tratar del día siguiente (por esa época los celulares no eran de uso común).

Don César dijo una vez que él respetaba a los que creían en Dios porque su novia rezó mucho cuando él estaba en la cárcel. Siempre hablaba con mucho cariño de su esposa y de sus hijos.

La vi, posteriormente, muchas veces en la revista Sí esperando a don César. Él era director se la revista donde también tuve la oportunidad de trabajar. La última vez que la vi, fue en un homenaje por el día del periodista al maestro Lévano: nos saludamos con mucho cariño.

Hoy que leí la columna de César Lévano "Adiós a Natalia, mi amada inmortal" y leí el párrafo ahora soy más huérfano que nunca sentí la misma sensación de desamparo de cuando mi mamá se fue. Sin duda esta columna, es una de las cartas de amor más lindas y sentidas que he leído en los últimos años. 

Espero llegué la calma a don César y se sobreponga al dolor. Un abrazo fuerte para  él y para sus hijos.

Comparto con ustedes la columna publicada en el diario La Primera.




Adiós a Natalia, mi amada inmortal

He sido huérfano de padre y madre desde niño. Pero ahora soy más huérfano que nunca. Ayer me dejó Natalia, mi esposa de toda la vida, la delicada y hermosa flor que no sé cómo supo acompañarme y ayudarme siempre, en las buenas, en las malas y en las pésimas.

Ni siquiera cuando, con cuatro hijos a cuestas, estaba en la lista negra redactada en Palacio y no me daban trabajo, nunca jamás le escuché una queja, un reproche, una cólera. Era el retrato vivo de la mujer fuerte y dulce de nuestro pueblo.

Yo no puedo olvidar los años en que, siendo mi enamorada, me esperó hasta que saliera de la prisión en los tiempos del dictador Odría.

Por eso recuerdo ahora con más fuerza el día en que Juan Gonzalo Rose, recién llegado del destierro, me dijo:

“Voy a escribir un poema, pero no sobre ti, sino sobre la mujer que te esperó tantos años cuando estabas detrás de las rejas”.

Ignoro si Rose llegó a escribir tal poema; pero la idea lo muestra como era: poeta hasta las raíces del amor.

Al conjuro de esa remembranza aprovecho para transcribir aquí en homenaje a Natalia un soneto que ella me inspiró, que inscribí en la memoria, cuando estaba encerrado en una jaula de cemento y hierro, en el Panóptico, a pocos metros del Paseo de la República, por donde circulaban los tranvías.



Dice así:

El ruido pasajero de un tranvía
me hurta la almohada oscura de aquel silencio denso,
y en la celda, de los sayones ya vacía,
se llena de ciudad el aire intenso.

Viaja tal vez allí la amada mía
con ojos tristes que mejor ni pienso,
rodeada por la aureola de su melancolía.
Mal retiene su llanto el nervio tenso.

¡Oh, delicados tiempos que fuimos de las manos
paseando por las calles y los parques urbanos
y un tranvía llevaba tu risa y mi alegría!

Hemos sido felices como en cuentos y sueños,
Hemos sido tan claros, que éramos dos pequeños
Dando vueltas y vueltas en el mismo tranvía.

Penitenciaría de Lima, febrero del 53.


Al poco tiempo de salir yo de la prisión, nos casamos. Era casi una irresponsabilidad edulcorada por el amor. Yo era un pobre aprendiz de periodista. Un cuarto de callejón en la calle Salitral del Rímac fue nuestro albergue nupcial durante meses, con un colchón tendido en el suelo, un primus y muchos libros regados encima de diarios.

Después, ella me ayudó a levantar el hogar en que hemos vivido con nuestros hijos, y en el que hemos compartido manjares, alegrías, dolores, amigos. Durante lustros, mi casa era una fiesta. Que lo digan Manuel Acosta, Carlos Hayre, Alicia Maguiña y otros muchos: Algunos de ellos compartirán el cielo con Natalia, si es que el cielo existe. Debería existir para acoger a seres como ella. Allí Pablo casas, su tío, la acogería con una melodía que cantara la dulzura, la altivez, la divina fineza.

Natalia: seguiremos dando vueltas y vueltas en el mismo tranvía. 


29/7/11

Mensaje presidencial de Ollanta Humala



Discurso del Presidente de la República del ¨Perú, Ollanta Humala Tasso, ante el Congreso de la República, el 28 de julio del 2011

Recibo con humildad y profundo fervor patriótico el cargo de Presidente de la República. 
Declaro ante el Congreso, ante los presidentes amigos aquí reunidos y ante el pueblo peruano que, fiel al mandato de las urnas y en pleno respeto al Estado de Derecho, dedicaré toda mi energía a sentar las bases para que borremos definitivamente de nuestra historia el lacerante rostro de la exclusión y la pobreza construyendo un Perú para todos, atento siempre, en los más frágiles de nuestros hermanos. Exigiré el mismo compromiso y la misma energía a todo el equipo que me acompaña en el Ejecutivo.

La democracia peruana será plena cuando la justicia y la paz social, la soberanía nacional y la seguridad de nuestras familias constituyan el zócalo de nuestra nación, cuando la igualdad sea patrimonio de todos y la exclusión social desaparezca aún en los lugares más remotos del país. Queremos que la expresión misma de “exclusión social” se borre para siempre de nuestro lenguaje  y de nuestra realidad. Asumiré este reto con mi palabra y con mi vida.  

Hace casi un siglo, en 1914, Víctor Andrés Belaúnde, uno de los grandes intelectuales y políticos del siglo XX, al terminar un discurso en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, lanzó a los jóvenes una proclama que era, al mismo tiempo, un grito de batalla y una demanda: ¡QUEREMOS PATRIA!

Esta proclama años después fue recogida por José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre  para convertirla en pensamiento y acción. Esa reivindicación de la patria y de la Nación  ha sido, como ahora, el sueño encendido de generaciones y de pueblos.

Desde la fundación de la República, la patria constituye una aspiración al destino común, una esperanza, una promesa inacabada por la que el pueblo peruano ha estado siempre dispuesto a entregar su vida en la paz y en la guerra, para defenderla y para legarla a sus hijos con orgullo y con fe.

La patria es nuestra Historia común, es el espacio donde todos los peruanos y peruanas queremos vivir en paz y en democracia. Por ello todos nos sentimos orgullosos de nuestra bandera, símbolo de nuestras luchas y de nuestro amor a la paz.

Esta aspiración  a una patria inclusiva es la que abre el camino  al progreso social. Para hacerla posible nos presentamos ante el pueblo y por eso estamos aquí. Asumo este reto como un desafío y como una promesa que expreso hoy ante todos los peruanos, y especialmente ante mis hijos y ante todos los niños y niñas del país, que serán el futuro de esta nación. Este es nuestro patrimonio más rico. Por ellos y para ellos voy a cumplir mi promesa de hacer de este país un lugar donde todos disfruten del mismo derecho a la plenitud y a la felicidad, a una vida digna y a una vejez protegida.

Peruanas y peruanos:

El cinco de junio una mayoría de ciudadanos expresó su deseo de que el crecimiento económico y la inclusión social marchen juntos para transformar nuestro país en una patria de oportunidades para todos.  

El incremento desmedido de los conflictos, muchos de ellos absurdamente violentos, nos demuestran, día a día, que es urgente reparar las injusticias, corregir el rumbo y restablecer el diálogo en nuestra sociedad. 

El Perú es un país plurilingüe y multicultural. Esta múltiple diversidad constituye sin duda nuestra mayor riqueza. Sin embargo, durante mucho tiempo ha existido un discurso y una práctica de la exclusión, del rechazo a la diferencia, un “tú no eres igual que yo” que cobijó la discriminación y la intolerancia. Esto resulta cuando menos extraño porque los comportamientos excluyentes provienen muchas veces de quienes elogian nuestra diversidad cultural.

Pero, precisamente esa diversidad cultural proviene de entender,  que nuestra nación es un crisol de razas y tradiciones. Son ellas las que sustentan, por ejemplo, nuestra extraordinaria gastronomía, hoy admirada y reconocida en el mundo. Porque somos diferentes, pero iguales en el fondo, labramos nuestra existencia en el trabajo y en el esfuerzo cotidiano. Somos mezcla y creatividad. Somos imaginación y trabajo. Y esta diversidad, que queremos integradora y no marginadora, constituye el fundamento de nuestra riqueza.

Nuestro país trabajador, honrado y diverso, se encuentra fracturado y herido. Sufre el abandono de los políticos y de un Estado insensible, burocrático y centralista. Un Estado que le ha dado la espalda al interior del país, un Estado que sufre de “mal de altura o soroche” y que se niega a subir los andes y extenderse en nuestra amazonía. Un Estado acechado por la corrupción y el despilfarro, alejado de sus ciudadanos, incapaz de protegerlos de la violencia y la criminalidad.
Sueño con un Perú donde la vida no sea un riesgo, donde las ciudades sean espacios seguros donde el ciudadano se encuentre protegido. Para esto necesitamos más estado, más patria y que la corrupción sea sancionada.

La democracia expresó en las urnas un mandato y ese mandato debe ser honrado. Restablecer el valor de la palabra empeñada ante el pueblo constituye el eje de la recuperación de un sistema de valores éticos inherentes a la República.

Sin embargo, transformar el país no es tarea fácil. No solo porque el cambio es siempre una tarea de multitudes, sino porque también implica enfrentar y superar nuestros problemas, proponer una nueva manera de convivir. La realidad exige transformaciones para que la igualdad, la tolerancia, el reconocimiento de nuestra diversidad  y un desarrollo que nos incluya a todos sea, al mismo tiempo,  un acto civilizatorio y un compromiso colectivo. La realidad nos interpela diariamente y nos exige un nuevo contrato social que haga posible la convivencia armoniosa de todos los peruanos.

Evoco aquí nuevamente la figura de Haya de la Torre y su legado, plasmado singularmente en la Constitución de 1979, que constituye para mí una verdadera inspiración por su contenido nacional, democrático y de libertad.

El gran Nelson Mandela, en un célebre discurso pronunciado en el marco de la UNESCO, afirmó, con la convicción que lo caracterizaba, que la igualdad, la equidad económica y la justicia social eran la base de toda democracia. El dijo: “No hay democracia con miseria, no hay democracia con asimetrías sociales”. Y porque creo en la justicia de esta frase, yo he jurado respetar y defender la democracia. Fortalecerla en sus valores igualitarios para hacerla legítima ante el pueblo y así será.

Hoy ante ustedes ratifico este juramento. Quiero que vean en mí a un verdadero soldado de la República, a un celoso guardián del Estado de Derecho y a un defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa y de expresión.

El historiador Jorge Basadre afirmaba ya en 1931 que “el Perú debía terminar su proceso de formación histórica. Dentro de él, vinculado más que nunca al continente y a la humanidad, el país debe encontrar su realidad y su solución” Por eso, para buscar y encontrar una solución integradora para ese Perú, para nuestro  Perú, “de compartimentos estancos” que describe Basadre, proponemos una Gran Transformación, el inicio de una nueva época, que no es otra cosa que una nueva convivencia entre todos los peruanos.

Nuestra administración será un gobierno para todos.

Las características de este gobierno pueden resumirse en los siguientes términos: reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación.

Nuestra voluntad no es la de copiar modelos, queremos, como Basadre que el Perú deje de ser el espacio problemático que era y sigue siendo, queremos para ello construir un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, democracia e inclusión social. Tomaremos como ejemplo lo bueno de otras experiencias, pero como decía el amauta José Carlos Mariátegui, no habrá calco ni copia sino creación heroica.

El mandato al que hicimos referencia exige responsabilidad en la conservación de los valores sociales, económicos y culturales de lo realizado hasta ahora y que son un patrimonio de todos.

Por esa razón, mantendremos y consolidaremos un crecimiento sano de la economía y sus estándares macroeconómicos; respetaremos las reglas fiscales para afrontar eventuales crisis externas o desastres naturales; la construcción de las obras de infraestructura, grandes y pequeñas; los programas sociales; la promoción del turismo y de la cultura peruana y honraremos los acuerdos comerciales con países y bloques amigos.  

Fomentaremos una economía nacional de mercado abierta al mundo que haga realidad nuestro compromiso de crecimiento con inclusión social y  democracia.

Esto implica que el Estado sirva como promotor no solo del crecimiento, sino también del progreso social. Priorizando educación, salud y nutrición infantil, mejorando las condiciones de trabajo, particularmente los CAS y Servicios No Personales. Invirtiendo en infraestructura, en escuelas, en postas médicas, en Cunas y mejorando el salario básico.

Un Estado que utilice sus recursos para ayudar a regularizar la informalidad, que ofrezca crédito ventajoso para los pequeños y medianos empresarios y que facilite el espíritu emprendedor de los peruanos que desea abrir su negocio y prosperar.

Quiero aprovechar aquí para transmitirles que el Salario Mínimo Vital de los trabajadores sujetos al régimen laboral de la actividad privada tendrá un aumento inmediato de 75 soles a partir de agosto y de 75 soles más en 2012, para alcanzar así los 750 soles. Pero estos aumentos deben propiciar un proceso continuo de revalorización del salario básico ligado a la productividad y al crecimiento económico, relacionado con una política global de reducción de la informalidad y de preservación y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas.

Nuestro desafío es realizar esta gran transformación de manera gradual y persistente para que no se acompañe de presiones desestabilizadoras de nuestros equilibrios presupuestarios y macroeconómicos.

Nuestro ideal de cambio no se concibe sin concertación, sin diálogo político y sin el protagonismo de la gente. Con ese propósito, instalaremos un Consejo Económico y Social, en base al actual Acuerdo Nacional cuyas políticas hemos suscrito. Este Consejo será dirigido desde la Presidencia de la República con el acompañamiento del Presidente del Consejo de Ministros, y estará integrado por empresarios, trabajadores y representantes de la sociedad civil. Se abocará a elaborar estudios para la implementación de políticas públicas del gobierno y tendrá un carácter consultivo.

Hacer de la inclusión social una prioridad exige que el conjunto de los programas sociales sean agrupados y articulados en un Ministerio de Desarrollo y de Inclusión Social, para que el desarrollo pueda llegar efectivamente  a los que más lo necesitan.

El programa JUNTOS será extendido progresivamente hasta alcanzar los 800 distritos más pobres del país.

Los adultos mayores en situación de pobreza y que no reciben ningún beneficio del Estado deben recibir la solidaridad de la nación. Hogares donde a la edad avanzada se conjuga el sufrimiento de la pobreza, exigen una acción social impostergable. A esos hogares haremos llegar los 250 soles del programa PENSIÓN 65. Su implementación será inmediata y alcanzaremos los 800 distritos más pobres del país progresivamente.

El programa Cuna Más para los niños de 0 a 3 años también se aplicará gradualmente y en los 800 distritos de pobreza extrema del Perú, hoy en la base del programa Juntos. El combate a la desnutrición infantil será una prioridad, apoyado en la implementación de un programa de nutrición infantil que comprenderá desayunos y almuerzos en las escuelas.

Haremos los esfuerzos que sean necesarios para que se alcance en todo el sistema educativo la jornada de 8 horas de estudio e incentivar la cultura del deporte y la recreación, potenciando las competencias interescolares en el campo de la cultura y las disciplinas deportivas, como respuesta al alarmante dato que más de un tercio de alumnos en las grandes ciudades del Perú corren riesgo de obesidad.

Iniciaremos el programa ‘Beca 18’, que integrará los programas existentes y que permitirá que los jóvenes de bajos recursos económicos y con alto rendimiento escolar puedan continuar sus estudios de nivel superior en instituciones públicas y/o privadas, en programas universitarios o de técnicos superiores.

Reforzaremos el sistema de acreditación universitaria. Los títulos a nombre de la nación que en algunos casos prácticamente se regalan, tendrán un riguroso procedimiento nacional en salvaguarda de la calidad educativa.


En el ámbito de Salud, fortaleceremos el sistema de salud e instalaremos el Sistema de Atención Móvil de Urgencia (SAMU) con una experiencia piloto en Lima y tres capitales de departamento y la creación de un Programa de Facilitación de Acceso a Genéricos de Calidad.

Reforzaremos la atención primaria en salud en los distritos más pobres del Perú.

En los próximos 5 años construiremos hospitales en cada una de las 50 capitales de provincia donde aún faltan. Haremos así realidad nuestro compromiso de tener por lo menos un hospital en cada provincia del Perú.

Los campesinos del Perú y, en general los pobres del campo, serán objeto de prioridad. AGROBANCO captará recursos para el otorgamiento de créditos a la agricultura familiar, y estableceremos módulos de desarrollo agrario accesibles a las distintas formas de asociaciones agrarias y de productores.

El Perú establecerá una nueva relación entre el Estado y el mercado, distinta de las fracasadas recetas extremas del Estado intervencionista o del Estado mínimo y excluyente. En esa nueva relación, el Estado será un promotor de la inversión y del desarrollo, garante del ejercicio de los derechos y libertades, impulsor de las oportunidades para todos.

Buena parte de los conflictos del planeta se deben a la carencia de agua. No es posible que el Perú que queremos construir no desarrolle una política de aprovechamiento soberano de los recursos naturales, una política que garantice la explotación racional y equilibrada del agua, la tierra, los bosques, la biodiversidad, el gas y los minerales. Esos recursos de todos los peruanos contribuirán a la eliminación de la pobreza y la desigualdad. Se alentará la actividad privada sobre los recursos naturales, pero estos serán explotados en condiciones de respeto a las poblaciones, a los trabajadores y al medio ambiente.

Asimismo, avanzaremos profundamente en la política de ordenamiento territorial que nos permita establecer de manera participativa el uso racional de nuestro territorio.

Las ganancias extraordinarias de las empresas mineras deben contribuir al esfuerzo nacional en pro del combate contra la pobreza. Los contratos serán respetados y la negociación permitirá, no lo dudo, y repito no lo dudo,  que esta significativa contribución beneficie a todo el país. Mi determinación es muy clara, tengo la voluntad y la convicción para alcanzar este objetivo. En ello va mi palabra y mi compromiso con el pueblo peruano.

El gas del Lote 88 de Camisea, será orientado prioritariamente hacia el consumo interno.

Ejecutaremos una política de masificación del consumo del gas natural para llevarlo a los hogares. En 5 años la ciudad de Lima podría contar con aproximadamente 400.000 conexiones.

Con la garantía de cumplir con la legislación vigente que establece la obligatoriedad del abastecimiento del mercado interno, implementaremos acciones para que se reduzca significativamente el precio del balón de GLP, lo que repercutirá favorablemente en la economía de la mayoría de la población peruana, sin introducir distorsiones en el mercado, ni fomentar el contrabando. Asimismo, masificaremos el uso del GNV como combustible barato y accesible a todos.

Insistiremos en la diversificación de la matriz energética a favor del gas y las energías renovables e impulsaremos el desarrollo de la industria petroquímica. En esa medida fortaleceremos la regulación y el acceso competitivo a las fuentes de energía para el transporte, evitando los sobreprecios.

Promoveremos la construcción de hidroeléctricas, fortaleciendo Electroperú y a las empresas eléctricas estatales regionales, y promoviendo las privadas, en un adecuado balance que otorgue prioridad a la demanda nacional. El Estado evaluará la participación de Electroperú en los nuevos acuerdos de inversión.

Reconstruiremos una verdadera Marina Mercante del Perú para ejecutar lo que dispone la Ley de Reactivación y Promoción de la Marina Mercante Nacional. Fortaleceremos el SIMA y ENAPU como empresas eficientes y buscaremos que la construcción de más aeropuertos se oriente también hacia el fomento el turismo.

Tomaremos las medidas necesarias para que el Perú tenga su línea aérea de bandera y que el mercado aéreo comercial sea más abierto y de mayor competencia, sobre todo para abaratar y ampliar la comunicación al interior del país.

En el campo de la infraestructura, se proseguirá con la ejecución de obras viales como los proyectos IIRSA Interoceánica del Sur, Interoceánica del Norte, los programas Costa-Sierra y apoyaremos la elaboración y construcción de proyectos ferroviarios.

El gobierno nacional será el principal aliado de los gobiernos regionales y locales. Una de nuestras primeras medidas será la instalación de un mecanismo de relación fluida del gobierno con los presidentes regionales, incluyendo el reconocimiento de la Asamblea de Gobiernos Regionales.

Para la ejecución de las políticas públicas nacionales, el gobierno realizará reuniones descentralizadas buscando el diálogo con las autoridades regionales, alcaldes y representantes de la sociedad. Los compromisos de mutua obligación serán objeto de seguimiento desde el gobierno.

Consolidaremos el proceso del presupuesto participativo. Fomentaremos la vigencia de los Consejos de Concertación Local y Regional ahora debilitados y en algunos casos hostigados, como expresión de un enfoque de gestión compartida.

En el caso concreto de Lima, que ha crecido de forma desordenada y caótica, daremos continuidad a la inversión en transporte público en la ciudad.

Anuncio que, en el plazo de dos meses, se iniciará una nueva etapa en la reconstrucción de los pueblos del sur afectados por el terremoto del año 2007, lo que se realizará con el concurso de los batallones de ingeniería de las FFAA.

El gobierno hace eco de la alerta mundial sobre cambio climático y se compromete a fortalecer la regulación y dedicarse con seriedad a las labores de preservación de nuestra biodiversidad, del recurso hídrico y de los glaciares. Será una prioridad para nosotros la prevención de desastres.

El gobierno siente que uno de los graves problemas que provoca temor y frustración en las personas es el de la inseguridad. Se arrastran en ello 30 años de fracasos y muy pocos éxitos y los que sufren las consecuencias de la violencia del crimen organizado, el narcotráfico y el pandillaje son los más pobres. Queremos cambiar esa historia de ausencia de liderazgo político y la carencia de una política de estado eficaz en esta materia.

Es necesario desterrar la idea de que la inseguridad es un problema exclusivo de la policía. Por eso anuncio que así como el Presidente de la República preside el Consejo de Defensa Nacional, presidiré también un Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Política de lucha contra la Criminalidad para darle un carácter multisectorial.

Realizando un esfuerzo financiero del Estado, iniciaremos un proceso gradual de eliminación del sistema 1 x 1 en el servicio policial. Incrementaremos los salarios de la policía en el marco de un sistema más amplio que incluya la reforma de remuneraciones de la PNP. Activaremos un Servicio Policial Voluntario, equiparemos y conectaremos a las comisarías a la red digital, estableceremos penales fuera de Lima y de las principales zonas urbanas del país implementaremos el trabajo físico para condenados por graves delitos. Disuadiremos con penas más altas el uso de armas de fuego en la comisión de delitos de cualquier índole. En mi gobierno no habrá perdón para violadores, ni para ningún delito cometido contra un niño o una niña. Combatiremos el feminicidio y propondremos una revisión de la legislación vigente.

Ejecutaremos una política contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible para convertir a los productores, hoy ilegales, en agentes de una economía legal. No seremos indiferentes frente al incremento alarmante de drogas entre los adolescentes y jóvenes. Respetaremos el debate que en torno a este tema se ha abierto en estos años, dentro y fuera del país, pero nosotros no legalizaremos ninguna droga ni tampoco los cultivos ilícitos y por el contrario los vamos a combatir.

Nuestra política antidroga será soberana y reclamará que se haga realidad la responsabilidad compartida con los países consumidores. Seremos inflexibles en el control de los insumos químicos y el combate a las bandas de narcotraficantes.

Reduciremos la superficie ilegal de sembríos de coca, no permitiremos la extensión de cultivos ilegales, menos aún en parques nacionales y zonas ecológicas. Al mismo tiempo, el Perú podrá tomar la iniciativa de una Cumbre Presidencial Regional Antidrogas con la participación de los países productores y consumidores, a cuyos presidentes he percibido muy preocupados con este tema.

La corrupción es para nosotros un elemento que debilita al Estado y afecta su desarrollo. Es, por lo tanto, un problema de seguridad. En tal sentido, defiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en agravio del Estado y la  inhabilitación a perpetuidad contra sus autores o cómplices para el ejercicio futuro de cualquier función pública; propongo la supresión de las penas condicionales en las condenas por corrupción para que la prisión se cumpla de manera efectiva; y  defiendo la eliminación de los beneficios penitenciarios en los casos de corrupción.

Debemos poner fin a las secuelas de la violencia terrorista que vivimos y cumplir con las reparaciones individuales y colectivas. Es necesario que las víctimas y deudos rehagan sus vidas personales y familiares, que miren con otros ojos su futuro porque viven en una patria que los incluye y que los reconoce como peruanos.

En cuanto a la Defensa nacional, en primer lugar  queremos recuperar la moral de nuestras Fuerzas Armadas y equiparlas de forma adecuada. Se reformará el sistema remunerativo de las FFAA buscando cerrar la brecha salarial que existe entre los distintos grados. Esto se hará salvaguardando la obligación que tiene el Estado de honrar el pago de pensiones, que es un derecho fundamental consagrado.

Mantendremos la pensión renovable y realizaremos ajustes salariales graduales. Nuestra primera inversión militar será en el soldado. Fortaleceremos el Servicio Militar con incentivos, mejorando el pago a los conscriptos e instalando un Instituto Tecnológico de las FFAA para la enseñanza de especialidades a quienes egresan del Servicio Militar.

Ratifico mi compromiso de desarrollar una política exterior multilateral de cara a nuestra región que tanto ha cambiado en la última década. La integración en el marco de UNASUR y la Comunidad Andina de Naciones será la línea principal de acción.

La solución pacífica de los litigios internacionales es la filosofía que me inspira y particularmente en relación a nuestros diferendos con Chile. Seguros de los fundamentos de nuestra causa que defiendo ardientemente, afirmo que acataremos el fallo del tribunal de La Haya en nuestro reclamo sobre la frontera marítima y estoy convencido que Chile hará lo mismo.

Vivimos en un mundo que cambia día a día y donde emergen nuevos poderes regionales. Las condiciones están dadas para llevar adelante una fructífera integración en la región. No deseamos una economía autárquica, que se mire a sí misma, aislada del proceso de globalización. Queremos, más bien, una economía integrada. Integrada, en primer lugar, con la región y, en especial, con nuestros vecinos andinos y sudamericanos.

Nuestra región es inmensa y rica en recursos pero también en historia y en culturas comunes. Yo les quiero recordar que nuestra independencia fue un proceso regional, donde todos nos hermanamos para lograr nuestra libertad y soberanía. La heroica gesta de nuestros próceres como el general don José de San Martín y el libertador Simón Bolívar, siempre conscientes de la urgencia de la unión de los pueblos de América, fueron los precursores del impulso integrador del presente.”Seguramente, escribía Bolívar, la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”. Este es aún objetivo pendiente para todos los pueblos de América.   

El gobierno se propone reconocer y reivindicar a los 3 millones de peruanos migrantes. Para empezar, mejoraremos la defensa consular de los peruanos en el exterior y rebajaremos el costo de las remesas mediante convenios que realizará el Banco de la Nación. Deseamos que quien desea regresar a su patria lo haga y para ello fomentaremos que sea sujeto de crédito.

Los detalles de estas políticas aquí señaladas serán presentadas  por la presidencia de Consejo de Ministros, como corresponde, ante el parlamento.

De la tradición militar que no olvido y llevaré en el corazón hasta la muerte conservo orgulloso la tenacidad, la austeridad y el amor por el Perú y sus intereses. En esa tradición, a diferencia de lo que piensan algunos, se sabe mandar pero también obedecer, hay jerarquía pero también fraternidad, hay disciplina pero también intercambio de opiniones.

Esa tradición se funde con el espíritu generoso del Perú, lejano al odio. No vengo en son de guerra sino en son de paz, sin venganza y sin rencor. Yo, que he sido acusado casi de todo, he aprendido a perdonar hace muchos años, antes incluso de hacer política.

Por eso, a los que aún persisten en el encono les pido que bajen sus espadas y sus lanzas.

A los que demandan salarios y derechos les digo que no bajen sus banderas pero que sepan que todo cambio, para ser sostenible, debe ser gradual y racional.

A mis partidarios les pido consecuencia, lealtad, sacrificio, inteligencia y honradez.

A la oposición la llamo a la responsabilidad. Le pido vigilancia y que, desde su posición, respete también el mandato de las urnas, su mandato y el nuestro.

Al terminar este mensaje reitero que soy un soldado de la democracia. Y como dice la fase célebre de la independencia: “firmes y felices por la unión”.

Muchas gracias a todo el país
Viva el Perú!