28/3/12

Aldo Mariátegui se disculpa por denuncia contra Susana Villarán


En la columna de hoy titulada“We regret the error” Aldo Mariátegui, director del diario Correo, se disculpa con sus lectores por haber publicado una errada denuncia periodística sobre la compra de  una camioneta por 109 mil soles para el uso de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán.

El día de ayer en su columna ""La “caña” y “WirocochaMariátegui criticó duramente a la alcaldesa  por esta  compra.

En el ínterin, entre ayer y hoy, el teniente alcalde de la comuna limeña, Eduardo zegarra, aclaró que el vehículo asignado a la alcaldesa de Lima es una camioneta Nissan  modelo Qashqai, adquirida el 12 de agosto de 2009, durante la gestión anterior,  y no el 2011 como señaló Correo.

A continuación la columna de hoy y la de ayer (en los párrafos referidos a este tema)

“We regret the error”

- La pesadilla de todo director es "patinar" en la portada con un titular basado en conclusiones fácticas erradas, producto de una investigación. Nunca nos había sucedido, pero hasta al mejor cazador -que no pretendemos ser- se le va la paloma y efectivamente lo que toca es rectificar un involuntario fallo grueso como aquel de ayer, donde una nota que pensamos estaba muy bien cuadrada no era tal, como sí en cambio ocurrió con la anterior sobre la compra directa de leche Laive, la otra sobre el viaje de los S/.6500 a Chile, aquella sobre la contratación del bachiller de FS, esa sobre el arbitraje con los transportistas del Metropolitano, el "olón", "el Ricmazo" y otras varias más que hicimos sobre la comuna limeña en nuestro rol de prensa fiscalizadora (artículos incómodos que algunos tildan de "campaña" para salvar la cara, pero que simplemente existen porque más bien alguien parece estar en campaña de meter reiteradamente la pata). Y en base a esa falsa apreciación es que escribimos una columna criticando que la izquierda siempre agobie predicando una culposa austeridad y luego se gaste dinero en autos caros al llegar al poder. Por lo que indican los descargos ediles, la camioneta que usa la alcaldesa Villarán ya provenía de la gestión anterior y esos S/. 110 mil de la orden de compra que reseñaba -en singular- "adquisición de camioneta" no se usaron entonces para comprar esta como parecía de cotejar documentos, sino para otras dos camionetas, destinadas a otra gerencia y adquiridas anteriormente. A nombre de mi equipo lamento este error y ofrecemos las disculpas del caso. Y a nombre personal, ofrezco las disculpas por la columna. Y en consecuencia, rectificamos proporcionalmente el error en cada sitio, tal como este caso lo amerita. Lo cortés no quita lo valiente, como bien nos enseñó años atrás Enrique Zileri cuando con Caretas se retractó y ofreció disculpas públicas y personales en su propia casa al entonces ministro de Transportes Elivio Vannini Chumpitazi al vincular erradamente a este con un supuesto contrabando de equipos de Betamax. Ojalá nomás que nuestros alborozados "simpatizantes" lo hagan alguna vez cuando les suceda lo mismo, que nadie está libre de equivocarse (y claro, ni nos reconocerán haber hecho esta enmienda). Como ponen los medios anglos: "We regret the error".

"La “caña” y “Wirococha”
LIMA - Desde que tengo memoria, la izquierda siempre reclamó que se aplicase la solidaridad con los pobres desde un rechazo al gasto innecesario, al lujo y a la frivolidad en aras de la frugalidad y la austeridad. Seguramente alimentada también por ese complejo de culpa católico respecto a que uno no debe sentirse bien en gozar la riqueza y las comodidades cuando otros no las tienen, nuestra izquierda criolla de origen burgués solía ser muy machacona y hasta aguafiestas con el tema.

Los que más agitaban este tema por los 70 y los 80 eran los llamados "cristianos de izquierda", que solían usar la expresión "una cachetada a la pobreza" para manifestar su malestar y su crítica a lo que ellos sentían como excesos.

Pero uno raspa a un caviar y se encuentra siempre con un burgués hipócritamente escondido, que nunca practica lo que predica (o peor aún, pontifica). Ya innumerables veces hemos desde aquí descubierto ese doble mensaje de una izquierda que viste Gucci, que juega a la Bolsa, que le encanta "Eisha", que viaja en Business cuando puede, que come en los mejores restaurantes limeños, que vive en San Isidro, manda al niño al Markham o al Franco, y a la que le encantan los carrazos (¿se acuerdan de la camionetaza 4x4 que Montesinos le quemó a Javier Diez Canseco en los 90, cuando en esa época sí que era un tremendo lujo manejar una de esas máquinas?). Ahora acabamos de descubrir que nuestra izquierdista alcaldesa de Lima ha gastado casi S/.110 mil o $40 mil de las arcas ediles y nuestros bolsillos contribuyentes en una camioneta 4x4 para movilizarse (y la pidió full equipo, si no le pudo salir por muchísimo menos). Sí, la misma señora que tanto se llenaba la boca con los pobres en la campaña, la de las alianzas con Patria Roja y las marchas con la CGTP, la que atacaba elípticamente a Lourdes por ser cercana a los ricos, la que prometió -cosa que nunca ha cumplido- un bono de S/.100 para los pobres, la que afirmó hace poco que con la revocatoria "pierde Lima y los pobres", la que proponía que vayamos en bicicleta a nuestros trabajos...

Nadie dice que la alcaldesa de una capital como Lima no tenga a su disposición un auto decoroso para transportarse ni que obligatoriamente vaya en bicicleta o servicio público (a pesar de que esto último sí debería hacerlo para sintonizar con su discurso "progre" e igualitarista) a su oficina. Pero una persona de su ideología debe actuar en consecuencia para estar más cerca de la gente y también para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Podría usar un buen auto y barato para el presupuesto edil, como una Fiat Palio de $16 mil, un Chevy Sail por $12 mil, una Ford Eco Sport por $20 mil, un Kia Río por $12 mil, un Hyundai Accent por $14 mil... En fin... Así son...